Estimados asociados:
Tenemos el agrado de dirigirnos a ustedes con el objeto de hacerles saber que con fecha 22/4/2013 y siguiendo indicaciones de Asesores académicos del Ministerio, hemos efectuado un pedido de audiencia con el Ministro de Educación, Alberto Sileoni.
En la presentación efectuada, se le manifiesta la preocupación de este Colegio por las dificultades que se dan por falta de enseñanza de caligrafía (principalmente en letra cursiva) en la educación primaria.
En dicha presentación, se adjuntaron opiniones y artículos de ensayistas y educadores y se ofreció el asesoramiento de este Colegio para trabajar en un proyecto integral que aborde la problemática de modo profundo, profesional y por especialistas.
Reproducimos a continuación las presentaciones efectuadas:
Buenos Aires, 19 de abril de 2013
Al Excmo. Señor Ministro de Educación de la Nación
Prof. Alberto Estanislao Sileoni
PresenteDe mi mayor consideración:
Tengo el agrado de dirigirme al Señor Ministro, en mi carácter de Presidente de este Colegio, con el objeto de solicitarle una audiencia para analizar la problemática que se está dando mundialmente relacionada con las dificultades que acarrea la falta de enseñanza específica sobre la escritura cursiva en la formación primaria.
En los artículos que se copian a continuación de la presente, se puede observar la opinión de un ex Ministro de Educción de Costa Rica, educadores y ensayistas como Francisco Antonio Pacheco, Guillermo Jaim Etcheverry y un artículo publicado por el diario alemán Bild receptando tal problemática.
El Colegio de Calígrafos Públicos de la Ciudad de Buenos Aires que presido, haciéndose eco de estas inquietudes y compartiendo en un todo la preocupación que ello genera, creó una Comisión de Defensa de la Caligrafía para trabajar en un proyecto de incorporación de la escritura cursiva en la educación primaria, con el asesoramiento de gente especializada en temas de educación y haciendo una revisión de todo lo implementado en la actualidad, lo que a nuestro juicio es pasible de correcciones y merece un proyecto integral y que aborde la problemática de una manera profunda y profesional.
El espíritu que nos acompaña en este pedido de audiencia es puramente constructivo y desinteresado, con el objetivo de colaborar con ese Ministerio, ya que el Colegio no pretende remuneración alguna y se pone a disposición del Señor Ministro tanto para asesorarlo en la implementación de las medidas pertinentes como también para la corrección del material de estudio que fuera preciso.
Hemos constado una falencia a nivel global que preocupa a los entendidos y pedagogos de casi todo el mundo y ante ello hemos trabajado de manera exhaustiva no sólo para presentarles el problema existente sino también para llevarles una solución y un proyecto, cuya presentación es el objetivo de la audiencia solicitada, siendo conscientes que el resultado de esta implementación devendrá en beneficios a la sociedad y especialmente a la educación pública como sabemos que es el espíritu de ese Ministerio.
Copiamos a continuación los artículos referidos, y hago saber que la petición oficial fue presentada en ese Ministerio con fecha 22/4/2013.
Saludo al Señor Ministro con mi más distinguida consideración.
HORACIO LOPEZ PEÑA
PRESIDENTE
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ESCRITO A MANO. Por Guillermo Jaim Etcheverry (Educador y ensayista)
Publicado para la Revista La Nación el 27/09/2009
http://colegiodecaligrafos.org.ar/escrito-a-mano/
Cuanto hace que no experimentamos el placer de recibir una carta manuscrita en letra cursiva? La caligrafía es una habilidad humana en rápida extinción, porque ya casi no se enseña en las escuelas. Cuando se emplea una lapicera, en general se lo hace para escribir con letra de imprenta. Stefano Bartezzaghi y María Novella de Luca, periodistas italianos interesados en el tema, se preguntan si la preocupación por el ocaso de la escritura cursiva responde a la nostalgia o constituye una emergencia cultural. Muchos expertos se inclinan por la última alternativa. En Inglaterra se vuelve a usar la estilográfica para que los estudiantes aprendan la grafía. En Francia también se considera que no se debe prescindir de esa habilidad, pero allá el problema reside en que ya no la dominan ni los maestros. Aunque el mundo adulto no está aún preparado para recibir las nuevas inteligencias de los niños producto de la tecnología, la pérdida de la habilidad de la escritura cursiva explica trastornos del aprendizaje que advierten los maestros e inciden en el desempeño escolar.
En la escritura cursiva, el hecho de que las letras están unidas una a la otra por trazos permite que el pensamiento fluya con armonía de la mente a la hoja de papel. Al ligar las letras con la línea, quien escribe vincula los pensamientos traduciéndolos en palabras. Por su parte, el escribir en letra de imprenta, alternativa que se ha ido imponiendo, implica escindir lo que se piensa en letras, desguazarlo, anular el tiempo de la frase, interrumpir su ritmo y su respiración.
Si bien ya resulta claro que las computadoras son un apéndice de nuestro ser, hay que advertir que favorecen un pensamiento binario, mientras que la escritura a mano es rica, diversa, individual, y nos diferencia a unos de otros. Habría que educar a los niños desde la infancia en comprender que la escritura responde a su voz interior y representa un ejercicio irrenunciable. Es ilógico suponer que la tendencia actual se revertirá, pero al menos los sistemas de escritura deberían convivir, precisamente por esa calidad que tiene la grafía de ser un lenguaje del alma que hace únicas a las personas. Su abandono convierte al mensaje en frío, casi descarnado, en oposición a la escritura cursiva, que es vehículo y fuente de emociones al revelar la personalidad, el estado de ánimo. Posiblemente sea esto lo que los jóvenes temen, y optan por esconderse en la homogeneización que posibilita el recurrir a la letra de imprenta.
Porque, como lo destaca Umberto Eco, que interviene activamente en este debate, la escritura cursiva exige componer la frase mentalmente antes de escribirla, requisito que la computadora no sugiere. En todo caso, la resistencia que ofrecen la pluma y el papel impone una lentitud reflexiva. Muchos escritores, habituados a escribir en un teclado, desearían a veces volver a realizar incisiones en una tableta de arcilla, como los sumerios, para poder pensar con calma. Eco propone que, así como en la era del avión se siguen tripulando barcos a vela, sería auspicioso que los niños aprendieran caligrafía, para educarse en lo bello y para facilitar su desarrollo psicomotor.
Como en tantos otros aspectos de la sociedad actual, surge aquí la centralidad del tiempo. Un artículo reciente en la revista Time, titulado Duelo por la muerte de la escritura a mano, señala que es ese un arte perdido, ya que, aunque los chicos lo aprenden con placer porque lo consideran un rito de pasaje, “nuestro objetivo es expresar el pensamiento lo más rápidamente posible. Hemos abandonado la belleza por la velocidad, la artesanía por la eficiencia. Y, sí -admite su autora, Claire Suddath-, tal vez seamos algo más perezosos. La escritura cursiva parece condenada a seguir el camino del latín: dentro de un tiempo, no la podremos leer”. Abriendo una tímida ventana a la individualidad, aún firmamos a mano. Por poco tiempo.
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LA LETRA CURSIVA Y LAS HABILIDADES DEL CEREBRO.
El aprendizaje de la letra cursiva desarrolla las competencias cerebrales.
Las políticas del Ministerio de Educación en lo relativo a la letra cursiva no han cambiado durante décadas. La posición real, más allá de las declaraciones, ha consistido en resistirse a todo intento de consolidarla. No es por azar. ¿Para qué complicarse la vida –se piensa–, para qué complicársela a los alumnos?
La simplificación y la reducción de lo complejo a lo elemental anima los planteamientos y la práctica de muchos educadores. Quien pretenda inducir el sistema a introducir procesos y conocimientos complejos, como lo pide a gritos la vida moderna, va contra corriente. Se condena así, a la servidumbre, a quienes carecen de oportunidades de educarse bien, y a los países sin buena educación, a servir a los verdaderamente desarrollados.
Cuando ocupé la cartera del ramo (a la que no pienso volver) lo experimenté en varias oportunidades y particularmente en relación con el asunto que nos ocupa.
En aquella época, no pude lograr que se rehabilitara el uso de la letra cursiva. El sistema no se movió ni un milímetro, en ese sentido. Me salieron con el mismo cuento de que en la fase inicial no era conveniente introducirla y que luego, en segundo o tercer grado, se generalizaría su uso. Falso. La inmensa mayoría de los alumnos nunca abandonan la letra de imprenta. Pero, además, miles y miles de niños, en el pasado, aprendimos a escribir en cursiva exitosamente y a leer en imprenta, en aquella épocas en que nuestras maestras lograban enseñar a leer y a escribir, a casi el ciento por ciento de los niños, antes de las vacaciones de medio año. No pretendo que volvamos al pasado, sino que nos apropiemos del futuro, como se debe.
Se dirá que busco la dificultad por la dificultad. No es cierto. Defendí la letra cursiva por varias razones. Desde tiempo atrás había aprendido la relación entre habilidades cerebrales y la actividad realizada con los dedos. Los educadores lo saben y el famoso apresto (por cierto, yo creía que se realizaba en el kínder y no en los primeros meses del primer grado) va en ese sentido.
Por otra parte, para entonces, muchos padres hablaban de incomunicación con sus hijos, pues eran incapaces de entender mensajes en letra cursiva.
Finalmente, ya en la universidad, los alumnos escribían en un híbrido entre letra de imprenta y cursiva, difícilmente inteligible. Era evidente que así tenía que ocurrir, pues la cursiva existe por una razón: escribir más rápido gracias al hecho de que no se levanta el lápiz. Como la necesidad no había desaparecido, los alumnos resolvían el problema, a su manera.
Estímulo. Pero, ahora viene lo sustancial del tema. Y les pido que se sienten antes de leer lo que sigue. En un extraordinario libro, The Brain that Changes Itself (El cerebro que se cambia a sí mismo), el autor, Norman Doidge, psiquiatra e investigador en la Universidad de Columbia, hace referencia a la letra cursiva como agente capaz de desarrollar las competencias cerebrales. “La ironía de este nuevo descubrimiento –nos dice– es que por centenares de años, los educadores parecían saber que los cerebros infantiles deben ser moldeados gracias a ejercicios de dificultad creciente que fortalecen las funciones cerebrales. A partir del siglo XIX y comienzos del XX la educación clásica incluía, a menudo, memorizaciones repetitivas de largos poemas en lenguas extranjeras que fortalecían la memoria auditiva (por lo tanto el pensamiento por medio del lenguaje) y ponía una atención casi fanática en la letra, que probablemente ayudaba a fortalecer las capacidades motoras y así, no solo ayudaba en la escritura, sino que añadía rapidez y hacía más fluida la lectura y la expresión oral…
En los años 60 los educadores eliminaron del currículum esos ejercicios tradicionales, por rígidos, aburridos e “irrelevantes”. Pero, la pérdida de esas ejercitaciones ha sido costosa –asegura–. Bien pueden haber sido la única oportunidad para muchos estudiantes de ejercitar la función del cerebro que nos da fluidez y gracia en el manejo de los símbolos”.
“Cuando escribimos un pensamiento, nuestro cerebro convierte las palabras –que son símbolos– en movimientos de los dedos y las manos”.
Escribir con muchos pequeños movimientos separados, en lugar de hacerlo con uno solo largo y fluido resulta inconveniente para la formación del niño.
Las personas con ciertos problemas para expresar ideas por escrito, aun de adultas, pueden ser identificadas porque prefieren escribir en imprenta o a máquina.
“Cuando escribimos en imprenta, hacemos cada letra de forma separada, con apenas unos pocos movimientos, lo que resulta menos demandante para el cerebro. En cursiva escribimos varias letras al mismo tiempo y el cerebro se ve obligado a procesar movimientos complejos…”.
Este proceso ayuda a elevar el nivel de comprensión y de expresión de las personas y debe ser realizado en forma temprana. Los ejercicios cerebrales para estimular las neuronas en el área premotora del cerebro incluyen trazar líneas complejas. Así se estimula las neuronas en esa área. Se ha determinado “que los ejercicios de trazado mejoran a los niños en las tres áreas: el habla, la escritura y la lectura…”.
Como remate a sus observaciones críticas, el Dr. Doidge añade que hoy muchas escuelas optan por la omnipresente presentación en Power Point, “última compensación para un córtex premotor débil”. ¿Habrá que añadir algo más?
Francisco Antonio Pacheco
Ex Ministro de Educación Pública
Publicado en: http://wvw.nacion.com/ln_ee/2010/febrero/26/opinion2281858.html
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Artículo publicado por el diario Clarín: http://www.clarin.com/sociedad/aleman-publico-escrita-alertar-caligrafia_0_726527576.html
Un diario alemán publicó su tapa escrita a mano para alertar sobre el “fin de la caligrafía”
Bild es el periódico más leído de Europa y advirtió que, según un estudio, uno de cada tres adultos no escribió nada a mano durante el último semestre. «Nos comunicamos ya casi sólo por SMS o mail”, indicó.
El diario alemán Bild, el más leído de Europa según la agencia DPA, publicó hoy todos los textos de su portada escritos a mano para alertar sobre “la extinción de la caligrafía”. “¡Alarma! La escritura a mano se extingue”, advierte el diario sensacionalista en su título principal en cursiva.
El periódico citó un nuevo estudio según el cualuno de cada tres adultos “no escribió nada a mano durante el último medio año”. “Nos comunicamos ya casi sólo por SMS o mail”, determinó.
Para la curiosa portada no se utilizaron tipografías que imitan a la letra humana, sino que son textos realmente escritos por diversos redactores del diario, con sus diferentes letras.
Pese a lo que publicó el periódico, Andrea-Eva Ewels, directiva de la Sociedad Alemana de la Lengua, explicó que “la escritura a mano no desaparecerá”. “Sigue teniendo un toque personal, cuando le escribo a alguien una tarjeta de cumpleaños, no se me ocurriría hacerlo con el laptop”, indicó la profesional.
Según indica el diario español ABC, en declaraciones a Bild el director de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de Ulm, Manfred Spitzer, comentó que la escritura es fundamental para “fomentar la coordinación y las habilidades manuales», y que su ejercicio diario «es fundamental para la actividad cerebral”.
Spitzer considera preocupante además que las nuevas generaciones de teléfonos inteligentes y computadoras ofrezcan ya la posibilidad de dictar y dar órdenes de voz, de manera que ya ni siquiera es necesario utilizar el teclado.
Bild es el diario más leído de Europa con una tirada diaria que roza los tres millones de ejemplares. El último domingo celebró sus 60 años de vida con una edición especial gratuita de 41 millones de ejemplares, con lo que entró en el Libro Guinness de los Récords.